miércoles, 20 de junio de 2012

Esperanza y planificacion


La esperanza es el estado de ánimo en el cual se cree que aquello que uno desea o pretende es posible. Ya sea a partir de un sustento lógico o en base a la fe, aquella persona que  tiene esperanza considera que puede conseguir algo o alcanzar un determinado beneficio. Asimismo todas las personas suelen aferrarse a la esperanza cuando se encuentran en una situación complicada. En esos casos, la esperanza ayuda a no caer en la depresión, ya que la persona o personas, confían en la pronta solución o mejora de dicha situación. Esa confianza actúa como estímulo y aporta fuerza y tranquilidad.  Así como el rojo es el color de la pasión y el blanco es el color que identifica a la pureza, el color de la esperanza es el VERDE. Es una de las tres virtudes teologicas (junto a la fe y la caridad). Para la teología cristiana, es la virtud que capacita al hombre para tener confianza de alcanzar la vida eterna con ayuda de Dios.
            Según el diccionario de la Real Academia Española, la esperanza es:
3ª persona singular (él/ella/usted) presente indicativo
2ª persona singular (tú) imperativo
2ª persona singular (vos) imperativo
f. Confianza en que ocurrirá o se logrará lo que se desea.
Objeto o persona en la cual se confía para obtener lo que se desea.
Virtud teologal por la que se espera con firmeza que Dios dé los bienes que ha prometido. Esperanza de vida Edad media que se espera que alcance un individuo o un conjunto de ellos. Tener esperanzas, confianza en obtener lo que se desea.
Es una virtud, en su sentido más teológico, pero también es una necesidad que dota de sentido la existencia. Es probablemente, uno de los conceptos básicos para el ser humano en su relación con el sentido de la existencia. El dicho “La esperanza es lo último que se pierde” hace alusión a esa expectativa inevitable que comprende las pequeñas y grandes cosas que sirven de sostén espiritual y también material,  para seguir avanzando en la vida y superar los obstáculos que esta nos presenta.
Por otra parte, siempre decimos que el presente es lo único real, puesto que el pasado ya ha dejado de existir y el futuro es tan impredecible como inseguro. Aún así, el presente perdería buena parte de su sentido, si no llevara sobrentendido el carburante de futuro,  que está  representado por  la esperanza. Es una inversión de ilusiones y expectativas que debe trabajarse desde el presente. Solo así se dota de significado y se obtienen los frutos en el futuro. Y es que el futuro, por su propia incerteza, se convierte en una necesidad en la que debemos creer.

A pesar de sus significados positivos, la esperanza también puede tener relaciones negativas. Se puede pensar que algún día nos puede tocar la lotería, ciertamente, pero sería muy iluso condicionar el futuro a expectativas tan poco realistas y, por supuesto, tan ajenas a la realidad de las personas. La esperanza en positivo debe verse como una actitud, como un modo de ver la vida. Cuando la esperanza se deposita en cualquier situación deseada o deseable, la actitud no puede ser otra,  que la de trabajar hasta convertir este objetivo en una realidad que se forme en un presente que al final alcanzaremos; un objetivo en el que nunca se debe dejar de creer, por más que las circunstancias parezcan indicar lo contrario. La esperanza inactiva, por el contrario, solo espera que las cosas ocurran, lo que a la postre es una actitud que solo conduce a la mediocridad, cuando no a la deriva. En la fe también encontramos un aparato de esperanza, de la misma forma que en la esperanza, también posee un componente de fe. Pero en este último caso se trata de fe en uno mismo. La esperanza que lleva implícita la fe, sin embargo, está depositada en aspectos externos y ajenos a la capacidad de la persona para incidir de alguna manera sobre ellos. Y aún así, decimos y creemos en que “la fe mueve montañas”. Esta depositada en un ente superior (Dios) se convierte en un elixir contra el vacío que muchas veces nos agarra o nos envuelve, en la necesidad de creer que existe alguien que vela de alguna forma por nosotros. No cabe duda de que la fe es un motor de primer orden en la vida de muchas personas. Es una esperanza depositada en un ente superior e incuestionable. Pero de la misma manera que esta actitud es válida para muchas personas, no es menos cierto que en buena medida se sustenta en el miedo y la incertidumbre, ya que estos son los parámetros sobre los que se han regido muchas religiones.
De lo anterior deducimos, el que debemos planificarnos o planearnos. Dichos conceptos los define el diccionario como: La planificación, la planeación o el planeamiento, es el proceso metódico diseñado para obtener un objetivo determinado. Esto implica tener uno o varios objetivos a realizar junto con las acciones requeridas para terminar adecuadamente. Otras definiciones, nos dicen que  "La planificación es un proceso de toma de decisiones para alcanzar un futuro deseado, teniendo en cuenta la situación actual y los factores internos y externos que pueden influir en el logro de los objetivos". Esta va de lo más simple a lo complejo, dependiendo el medio a emplear. La acción de planear en la gestión se refiere a planes y proyectos en sus diferentes ámbitos, niveles y actitudes. Estas palabras planeación y planeamiento,  se utilizan en los países hispanos para describir a lo mismo. La planificación cumple dos propósitos principales en las organizaciones: el protector y el afirmativo. El propósito protector consiste en minimizar el riesgo reduciendo la incertidumbre que rodea al mundo de los negocios y definiendo las consecuencias de una acción administrativa determinada. El propósito afirmativo de la planificación consiste en elevar el nivel de éxito organizacional. Un propósito adicional de la planificación consiste en coordinar los esfuerzos y los recursos dentro de las organizaciones. Se ha dicho que la planificación es como una locomotora que arrastra el tren de las actividades de la organización, la dirección y el control. Por otra parte, se puede considerar a la planificación como el tronco fundamental de un árbol, del que crecen las ramas de la organización, la dirección y el control. Sin embargo, el propósito fundamental es facilitar el logro de los objetivos de la empresa. Implica tomar en cuenta la naturaleza del ámbito futuro en el cual deberán ejecutarse las acciones planificadas. Es un proceso continuo que refleja los cambios del ambiente en torno a cada organización y busca adaptarse a ellos. Uno de los resultados más significativos del proceso de planificación es una estrategia para la organización. Planificar significa que los ejecutivos estudian anticipadamente sus objetivos y acciones, y sustentan sus actos no en corazonadas sino con algún método, plan o lógica. Los planes establecen los objetivos de la organización y definen los procedimientos adecuados para alcanzarlos. Además los planes son la guía para que:
·         La organización obtenga y aplique los recursos para lograr los objetivos.
·         Los miembros de la organización desempeñen actividades y tomen decisiones congruentes con los objetivos y procedimientos escogidos, ya que enfoca la atención de los empleados sobre los objetivos que generan resultados.
·         Que pueda controlarse el logro de los objetivos organizacionales.
Asimismo, ayuda a fijar prioridades, permite concentrarse en las fortalezas de la organización, ayuda a tratar los problemas de cambios en el entorno externo, entre otros aspectos. Así como también  existen varias fuerzas que pueden afectar a la planificación: los eventos inesperados, la resistencia psicológica al cambio ya que ésta acelera el cambio y la inquietud, la existencia de insuficiente información, la falta de habilidad en la utilización de los métodos de planificación, los elevados gastos que implica, entre otros. Se trata de construir un futuro deseado, no de adivinarlo.
Existen diferentes clasificaciones acerca de la planificación. Los gerentes usan dos tipos básicos de planificación. La planificación estratégica y la planificación operativa. La planificación estratégica está diseñada para satisfacer las metas generales de la organización, mientras la planificación operativa muestra cómo se pueden aplicar los planes estratégicos en el quehacer diario. Los planes estratégicos y los planes operativos están vinculados a la definición de la misión de una organización, la meta general que justifica la existencia de una organización. Los planes estratégicos difieren de los planes operativos en cuanto a su horizonte de tiempo, alcance y grado de detalle. La planificación estratégica es planificación a largo plazo que enfoca a la organización como un todo. Muy vinculados al concepto de planificación estratégica se encuentran los siguientes conceptos: a) estrategia, b) administración estratégica, c) cómo formular una estrategia.
·         Estrategia: es un plan amplio, unificado e integrado que relaciona las ventajas estratégicas de una firma con los desafíos del ambiente y se le diseña para alcanzar los objetivos de la organización a largo plazo; es la respuesta de la organización a su entorno en el transcurso del tiempo, además es el resultado final de la planificación estratégica. Asimismo, para que una estrategia sea útil debe ser consistente con los objetivos organizacionales.
·         Administración estratégica: es el proceso que se sigue para que una organización realice la planificación estratégica y después actúe de acuerdo con dichos planes. En forma general se piensa que el proceso de administración estratégica consiste en cuatro pasos secuenciales continuos: a) formulación de la estrategia; b) implantación de la estrategia; c) medición de los resultados de la estrategia y d) evaluación de la estrategia.
·         Cómo formular una estrategia: es un proceso que consiste en responder cuatro preguntas básicas. Estas preguntas son las siguientes: ¿Cuáles son el propósito y los objetivos de la organización?, ¿A dónde se dirige actualmente la organización?, ¿En qué tipo de ambiente está la organización?, ¿Qué puede hacerse para alcanzar en una forma mejor los objetivos organizacionales en el futuro?

La planificación operativa consiste en formular planes a corto plazo que pongan de relieve las diversas partes de la organización. Se utiliza para describir lo que las diversas partes de la organización deben hacer para que la empresa tenga éxito a corto plazo y puede clasificarse, según sus propósitos en tres tipos que son: a) Planificación Operativa, b) Planificación Económica y Social, c) Planificación Física o Territorial. Y según el período que abarque puede ser: a) de corto plazo, b) de Mediano plazo, c) de largo plazo. Planificación Operativa o Administrativa: se ha definido como el diseño de un estado futuro deseado para una entidad y de las maneras eficaces de alcanzarlo. Planificación Económica y Social: puede definirse como el inventario de recursos y necesidades y la determinación de metas y de programas que han de ordenar esos recursos para atender dichas necesidades, atinentes al desarrollo económico y al mejoramiento social del país. Planificación Física o Territorial: podría ser definida como la adopción de programas y normas adecuadas, para el desarrollo de los recursos naturales, dentro de los cuales se incluyen los agropecuarios, minerales y la energía eléctrica, etc., y además para el crecimiento de ciudades y colonizaciones o desarrollo regional rural. Planificación de corto plazo: el período que cubre es de un año. Planificación de mediano plazo: el período que cubre es más de un año y menos de cinco. Planificación de largo plazo: el período que cubre es de más de cinco años, los planes se pueden clasificar también de acuerdo al área funcional responsable de su cumplimiento: Plan de Producción, Plan de Mantenimiento, Plan de mercadeo, Plan de Finanzas, Plan de Negocios.
Los procedimientos son reglas que establecen la forma convencional de organizar actividades para cumplir una meta. Ejemplo: cierre de un ejercicio comercial.
Los métodos son formas sistemáticas y estructuradas para realizar actividades en forma eficiente. Las normas son regulaciones estrechas que definen con detalle los pasos y acciones para realizar actividades repetitivas. Hoy en día las posibilidades de realizar un buen
planeamiento se han visto favorecidas por el desarrollo de la informática (software y hardware), que han mejorado u  optimizado la capacidad para generar, almacenar, procesar y transportar información. Sin embargo la tecnología por sí sola no es suficiente. Se debe saber utilizarla y la cultura de las personas o empresas deberán estimular las innovaciones y los cambios armoniosos que producen la integración de la tecnología y la información.
En nuestro país, parece más que necesario instrumentar este tipo de metodologías. No son muchas las empresas, consultoras o personas  que se dedican a estos temas o que cuentan con los profesionales preparados para tales fines. Pero como dice el dicho "una imagen vale más que mil disculpas" por lo tanto cuidarla se torna imprescindible, claro que no solo para la imagen sino también para los negocios o para las personas.
Por otra parte, es una herramienta de posicionamiento anticipado que permite a la organización saber las amenazas y oportunidades para ganar clientes, posicionar, lanzar y/o retirar productos, en síntesis anticiparse y adecuarse a los cambios del mercado y de la sociedad. Para terminar no hay que olvidar que la calidad de un trabajo de planificación no se mide por la capacidad de hacer predicciones correctas, sino por el cuestionamiento de los modelos mentales y la transformación de las personas implicadas, el desarrollo de sus habilidades para la coordinación y la concertación de estrategias, y el estímulo a la instrucción y los procesos cognitivos que nos lleven a comprender y conducir una acción eficaz, en beneficio de los hombres del mañana.
Por todo lo anterior podemos concluir que si una organización o persona, aspira a permanecer sana debe plantearse objetivos realistas. La planificación está comprometida en la fijación de los objetivos de la organización y en las formas generales para alcanzarlos. La opción frente a la planificación es la actividad aleatoria, no coordinada e inútil. Los planes efectivos son flexibles y se adaptan a las condiciones cambiantes del día a día. Toda Persona, empresa u organización que desee SURGIR, deberá planificarse.

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