El tocar el tema de Dios, la religión o su alcance, es
delicado y debe hacerse con la firme convicción de no herir susceptibilidades,
pero debemos pensar que aunque la vida y el entorno que nos rodea han sido
estudiados y explicados por los llamados científicos, todos nos aferramos a
creencias y religiones que satisfacen
nuestras mas intimas necesidades.
Por
ello definimos a un Científico como aquella persona que participa o realiza
una actividad sistemática para adquirir nuevos conocimientos. En un sentido más
específico, es un individuo que utiliza el método científico. La persona puede ser un experto en una o
más áreas de la ciencia. Son los que realizan las investigaciones, en pos de una comprensión más integral de la naturaleza, incluyendo lo
físico, matemático y social. Pero este método, sus investigaciones y todos sus
estudios no le dan el derecho a la verdad absoluta.
Asimismo el “Ser Humano”, según algunos investigadores, “no es más que un
primate, un mamífero de enorme éxito evolutivo, que por la selección natural de
los que mejor se reproducían, ha llegado a tener las características que hoy
goza”. Constituye, desde el
punto de vista biológico, una especie animal bajo la
denominación científica de Homo
sapiens (del latín Homo=hombre,
sapiens=sabio) y pertenece a la familia Hominidae. Es
también llamado genéricamente como el
hombre o los hombres, aunque este término es confuso, pues se usa
mayormente para referirse a los individuos de sexo masculino. Los seres humanos podemos llegar a poseer capacidades mentales que nos
permiten inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas, matemáticas, escritura, ciencia, tecnología. Los humanos somos entes sociales, capaces de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos. No se tiene evidencia de que exista otra
forma de vida con dichas capacidades o superiores en el universo. En el
pasado, el género Homo fue más diversificado, y durante el último millón
y medio de años incluía otras especies ya extintas. Desde la extinción del Homo
neanderthalensis,
hace 25.000 años y del Homo floresiensis, hace unos 12.000 años, el Homo sapiens es
la única especie conocida del género Homo que aún perdura.
Además, la evolución biológica es el conjunto
de transformaciones o cambios a través del tiempo que ha originado la
diversidad de formas de vida que existen sobre la Tierra a partir de un
antepasado común. La palabra evolución para describir tales cambios fue
aplicada por primera vez en el siglo XVIII por Charles Bonnet. No obstante,
el concepto de que la vida en la Tierra evolucionó a partir de un ancestro
común ya había sido formulado por varios filósofos griegos, y la hipótesis de que las especies se transforman
continuamente fue postulada por numerosos científicos de los siglos XVIII y
XIX, a los cuales Charles Darwin citó en el
primer capítulo de su libro El origen de las especies. Sin embargo,
fue el propio Darwin, en 1859, quien basándose en sus observaciones, consolido
el concepto de la evolución biológica en una verdadera teoría científica. La
evolución como una propiedad inherente a los seres vivos ya no es materia de
debate entre los científicos. Los mecanismos que explican la transformación y
diversificación de las especies, en cambio, se hallan todavía bajo intensa
investigación. Dos naturalistas, Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, propusieron
en forma independiente en 1858 que la selección
natural es el mecanismo básico responsable del origen de nuevas
variantes genotípicas y, en última
instancia, de nuevas especies. Actualmente, la teoría de la evolución combina
las propuestas de Darwin y Wallace con las leyes de Mendel y otros avances posteriores en la genética; por eso se la
denomina síntesis moderna o «teoría
sintética». Según esta teoría, la evolución se define como un cambio en la frecuencia
de los alelos de una población a lo largo de las
generaciones. Este cambio puede ser causado por diferentes mecanismos, tales
como la selección
natural, la deriva genética, la mutación y la migración
o flujo genético. La teoría
sintética recibe en la actualidad una aceptación general de la comunidad
científica, aunque también algunas críticas. Ha sido enriquecida desde su formulación,
en torno a 1940, gracias a los avances de otras disciplinas relacionadas, como
la biología
molecular, la genética del desarrollo o la paleontología. De hecho, las teorías de la evolución, o sea,
los sistemas de hipótesis basadas en datos empíricos tomados sobre organismos
vivos para explicar detalladamente los mecanismos del cambio evolutivo,
continúan siendo formuladas.
Los hombres buscamos y necesitamos
una serie de entes que nos ayuden de una u otra forma a comprender y soportar
la vida y su cotidianidad, por eso existe la
religión, que no es más que una parte de la actividad humana
consistente en creencias y prácticas acerca de lo considerado como divino o sagrado,
de tipo existencial, moral y espiritual. Se habla de religiones, para hacer
referencia a formas específicas de manifestación del fenómeno religioso,
compartidas por los diferentes grupos humanos. Hay religiones que están
organizadas de formas más o menos rígidas, mientras que otras carecen de
estructura formal y están integradas en las tradiciones culturales de la
sociedad o etnia en la que se practican. El término hace referencia tanto a las
creencias y prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas. De esto
ultimo, podemos deducir, que una creencia es el estado de la mente en el que un individuo
tiene como verdadero el conocimiento o la experiencia que posee acerca de un suceso o cosa; cuando se es objetivo, el contenido de la creencia
contiene una proposición lógica, y puede expresarse mediante un enunciado
lingüístico como afirmación. Como primordial actitud mental, que puede ser
inconsciente, no es necesario que se formule lingüísticamente como pensamiento;
pero como tal actúa en la vida psíquica y en el comportamiento del sujeto
orientando su inserción y conocimiento del mundo. Existe una metáfora para
indicar cómo podemos entender lo que son las creencias en su relación con lo real.
Dice esta, que vienen a ser como un mapa grabado en el sistema (en el ADN, o en
determinados aprendizajes) que nos guían o mejor aún, nos orientan en el mundo
para encontrar la satisfacción de nuestras necesidades.
Por otra parte, DIOS, es un concepto teológico, filosófico y antropológico que hace
referencia a una suprema deidad. Es el nombre
que se le da en español a un ser único omnipotente y personal en religiones teístas y deístas (y otros sistemas de creencias) quien es: o
bien la única deidad, en el monoteísmo, o la deidad principal,
en algunas formas de politeísmo, como en el henoteísmo. Además puede
significar un ser supremo, no personal como en el panteísmo, y en algunas
concepciones es una mera idea o razonamiento
sin ninguna realidad subsistente fuera de la mente, como en los
sistemas materialistas. A menudo es
concebido como el creador sobrenatural y supervisor del universo. Los teólogos han adscrito
una variedad de atributos a las numerosas concepciones diferentes de Dios.
Entre estos, los más comunes son omnisciencia, omnipotencia, omnipresencia, omnibenevolencia (perfecta bondad), simplicidad
divina, y existencia eterna y necesaria. También ha
sido concebido como de naturaleza incorpórea, un ser personal, la fuente de
toda obligación
moral, y el "mayor ser concebible con existencia". Muchos destacados filósofos
medievales y filósofos modernos desarrollaron argumentos
a favor de su existencia y en forma paralela numerosos filósofos e
intelectuales de renombre han desarrollado argumentos
en contra de su existencia. Su
conceptualización ha sido tema de debate en diversas civilizaciones. En
declaraciones del papa Juan Pablo II, la teoría de la evolución es dada por
cierta, pero las creencias religiosas nos ensenan que Dios “Es el Primero y el Ultimo, el principio y el fin de todo”. El Credo, una de nuestras principales
oraciones, comienza con “Dios el Padre”,
ya que el Padre es la primera divina persona de la Santísima Trinidad; nuestro
Credo comienza con la Creación del cielo y la tierra, ya que la creación es el
principio y la base de todo el trabajo de Dios.
Por todo lo anterior concluyo que el
creer o no en DIOS, queda a criterio de cada quien, pero “no creer”, conlleva a
no seguir sus preceptos, conceptos, modalidades, etc. Es una carencia total de ánimo,
ya que el no creer en un “ser supremo” es no creer que los seres humanos
poseemos espíritu. Creemos en películas, cartoons o comics, en políticos,
comerciales, etc. Porque no creer en Dios, porque seguir y obedecer sus
preceptos sino creemos en su existencia.
Recuerden y esto no lo digo yo, sino que está comprobado, quienes más
dudan en su existencia, en los momentos difíciles de la vida, son los que más
piden y se vuelven sus fervientes
creyentes. Seamos inteligentes para todo y pongamos cada cosa en su lugar. La
creencia en Dios y sus distintas religiones, es un acto de fe y nos
complementa, sino creemos en sus escritos y existencia, entonces en que lo
hacemos?.
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