miércoles, 13 de junio de 2012

Testarudez, un rasgo de Personalidad.


         En estos días me he convencido de ser, además de mi buen amigo Roberto y otras personas allegadas a mí,  un terco y testarudo.
           Porque digo esto? Porque somos duros para aceptar lo que nos es contradictorio.  Según las definiciones obtenidas del diccionario, una persona testaruda es aquella que tiene:

Testarudez:  f. Terquedad, cabezonería, obstinación: Del verbo porfiar:

            Una persona porfiada se define como una persona obstinada o terca. Es una persona que disputa obstinadamente y con tenacidad. Es aquella que continua insistentemente una acción para cuyo logro, se halla resistencia. Se dice de aquella persona que se mantiene excesivamente firme en sus ideas o intenciones. Es pertinaz, obstinado, que no cambia de actitud o parecer,  aunque haya argumentos convincentes en su contra.


            Soy testarudo o porfiado porque no reconozco fácilmente, cuando estoy EQUIVOCADO o cuando estoy haciendo algo de forma incorrecta así esto me dé resultados positivos, leíste esto Roberto?  Una acción errónea o equivocada nos llevara a tener consecuencias negativas a largo y mediano plazo, así tenga “beneficios o resultados positivos” en el corto plazo. Pero con todo y los beneficios y ganancias que tengamos,  no deja de ser una acción errónea. El estar equivocado en nuestras acciones y actividades, nos lleva a “defendernos” de todo aquello que se nos oponga y “no vemos o no queremos ver” el que estamos errados, así se nos demuestre lo contrario y esto no es correcto. Debemos oír y sobre todo “escuchar” y pensar detalladamente las cosas, de esa forma lograremos obtener la vía correcta y  más valedera y trataremos de hacer y decir lo mejor y más idóneo, para nosotros y los demás. Somos obstinados, porfiados y tercos pero eso cambiara, porque por lo menos yo, hare lo posible para tratar de cambiar ese aspecto de mi personalidad y ojala las demás personas que lean esto también lo hagan. Sobre todo Roberto, que es más TERCO  que yo y eso es decir bastante, pero igual lo aprecio porque en las “buenas y en las malas” ha estado conmigo y con mi familia. Tratare de hacerlo cambiar junto conmigo, ese aspecto de personalidad negativa que poseemos y luego iremos tras la mejora del mal carácter, pero no lo perderemos totalmente porque nunca seremos sumisos o tontos.

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